La enseñanza de lenguas en el presente modelo educativo, estatal y autonómico

noviembre 17, 2019



LA UTILIZACIÓN DE LA LENGUA META COMO LENGUA DE TRABAJO EN LAS AULAS DE LENGUA EXTRANJERA DE SECUNDARIA



El porqué de este tema

He escogido empezar a escribir sobre este tema porque, lejos de ser algo nuevo para mí, se trata de una cuestión a la que llevo mucho tiempo dándole vueltas. Para mí, el uso de la lengua meta es determinante en la adquisición de una lengua extranjera (LE). Sin embargo, cuando miro a mi alrededor me encuentro con que son escasos los docentes que utilizan la lengua meta como lengua de comunicación en las clases de LE. Yo me planteo la siguiente pregunta: ¿Cómo utilizaré la lengua meta cuando sea profesora? Es una pregunta interesante que puede dar juego a debate y que espero que os ayude en vuestra futura práctica docente.


Contexto

El uso de la lengua meta en el aula tampoco es una preocupación reciente a nivel social, sino que ha sido un tema constante a lo largo de la historia de la enseñanza de LE. Además, aunque nos estemos centrando en la situación de la educación en nuestro país y más concretamente en el contexto de la Educación Secundaria, debemos tener en cuenta que tampoco es una preocupación exclusiva de nuestro entorno ni del contexto de la enseñanza formal. La utilización de la lengua meta es un tema recurrente en la enseñanza de LE a nivel mundial en todo tipo de contextos.


¿Qué dice la ley?

Volviendo a la coyuntura de nuestro país, debemos destacar que ya se daba importancia al uso de la LE en el aula a principios del S. XX: la Reforma del plan de estudios de Segunda Enseñanza (1900) recomendaba el uso exclusivo de la lengua meta; y, en 1959, una modificación de la Ley de Ordenación de la Enseñanza Media (1953) establecía que “todas las clases (de idioma moderno) habrán de ser desarrolladas en el respectivo idioma.”

Aunque a principios y mediados del siglo pasado se recomendaba el uso único de la LE como instrumento de trabajo, leyes más actuales permiten que la L1 se utilice como apoyo dentro del aula. Por ejemplo, tanto la LOE (2006) como la LOMCE (2013) establecen que la lengua castellana o la lengua cooficial de la comunidad se utilizarán solo como un apoyo  para la enseñanza de la LE.

Si la ley recoge que debemos utilizar primordialmente la lengua meta cuando enseñamos  Lenguas Extranjeras,


¿por qué a la hora de la verdad casi no se utiliza?

Para contestar a esta pregunta debemos tener en cuenta que, dependiendo del contexto en el que nos encontremos, la utilización de la lengua meta en las aulas puede suponer un reto mayor o menor. Por lo general, en lo tocante a Enseñanza Secundaria supone una tarea difícil para la mayoría de los docentes por diferentes motivos.

Por una parte, el ámbito escolar es un contexto altamente formal y artificial. Para muchos/as alumnos/as de secundaria el aula es el único lugar de aprendizaje de la LE, por lo que no están habituados a utilizarla como medio de comunicación. Por ello, es normal que para facilitar la comunicación quieran recurrir a la L1, un idioma que comparten y dominan.

Otro hándicap con el que nos encontramos es el gran ratio de alumnado por aula, que en muchas ocasiones impide proporcionar una atención personalizada. Además, cada alumno/a va a tener un nivel diferente de la LE en función de mucho factores (interés y motivación personal, asistencia a academias, etc.). Si nuestro alumnado se encuentra todavía en un nivel inicial de aprendizaje carecerá de la dotación lingüística necesaria para poder comunicarse en la LE, por lo que en ese caso no podemos utilizar la LE como única lengua de comunicación en el aula. Debemos encontrar el equilibrio para evitar la frustración del alumnado novel y motivar su participación progresiva en la comunicación en la LE.

Además, utilizar en la enseñanza de LE la lengua meta consume mucho tiempo –o más  del que consume no hacerlo–, y nos encontramos en una sociedad en la que cada minuto es oro. Pero, debemos plantearnos un cambio: ¿merece la pena invertir tiempo en el uso de la lengua meta como lengua de trabajo? ¿Aun restando ese tiempo a los contenidos?



Conclusión

A pesar de que la utilización de la lengua meta en las aulas está muy presente en la ley desde 1900, hoy por hoy, pocos docente de secundaria lo llevan a la práctica. A pesar de los diferentes motivos por los que el profesorado siga recurriendo constantemente a la L1 en el aula, no siempre la usa enfocándola como herramienta plurilingüe para el proceso de enseñanza-aprendizaje de LE.

La total ausencia de la L1 es quizá una aspiración un tanto utópica, ya que la L1 es protagonista en relaciones sociales cotidianas del alumnado y eliminarla completamente en algunos casos puede ser hasta contraproducente. En el aula de LE debe existir una convivencia entre la L1 y la LE en la que la L1 del alumnado funcione como una herramienta en su formación en LE, pero siempre debe pesar más la utilización de la LE.

Encontrar el equilibrio más favorable para el alumnado entre la L1 y la lengua meta es una tarea difícil para la que creo que no estamos preparados. Por ello, creo firmemente que la mejor medida que se puede tomar es la formación continua del profesorado.  

Sería muy interesante para el alumnado de este máster que nos enseñaran no solo técnicas para poder utilizar la lengua meta como lengua de trabajo, sino también para canalizar la utilización de la L1, utilizándola solo cuando fuese favorable para el proceso de enseñanza-aprendizaje. La utilización adecuada tanto de la LE como de la L1 seria un pequeño gran cambio que supondría innumerables beneficios para el alumnado.


Abro debate

Tras mi pequeña conclusión personal me gustaría conocer vuestras opiniones sobre el tema ¿os habías planteado esta cuestión? ¿Tenéis claro como vais a usar la lengua meta en el aula? ¿Cuánta importancia daréis a la L1? Si la vais a utilizar solo como apoyo, ¿cómo marcaréis los límites? Al igual que yo ¿veis necesaria la formación en este tema?

2 comentarios

  1. Hola Carla, compañeras y compañeros:

    Antes de nada, decirte que me alegra haber leído tu entrada del blog. Creo que es una temática que se ha convertido en algo tan común y habitual en las aulas, que ha pasado a segundos planos, cuando me atrevería a decir que es una cuestión fundamental en el aprendizaje de lenguas extranjeras. Desde mi punto de vista el principal problema reside en la concepción que se tiene de lo que realmente es el aprendizaje de una lengua extranjera. Si hablamos de cualquier otra materia como podría ser, por ejemplo, las matemáticas, no cabría duda en el que el tiempo destinado al aprendizaje tiene que estar destinado en su totalidad a la adquisición de los contenidos establecidos por el currículo. ¿Por qué existe la mínima duda en las con las lenguas extranjeras? Considerando los objetivos establecidos por el currículo quizás el problema reside en la elección de contenidos. ¿Por qué debe ser más importante conocer una lengua de forma minuciosa que aprender a usarla como medio de comunicación?

    Discrepo contigo en que eliminar la lengua materna en las horas destinadas a las lenguas extranjeras pueda ser en determinados casos contraproducente. No considero que se elimine la comunicación en absoluto, sino que la forma de comunicarse será diferente, en una lengua extranjera, y habrá que aprender a que así sea, igual que el aprendizaje de las sumas y restas son las bases de las matemáticas. Sin embargo, no me cabe duda que el principal problema reside, como siempre, en las bases del asunto, tanto en la gestión educativa por parte del gobierno, como en la formación de los docentes. Al fin y al cabo, la vía fácil siempre gana. Indudablemente considero que como potenciales docentes nos tenemos que plantear la pregunta, reflexionar, hacer autocrítica y posicionarnos de la mejor manera posible dentro del marco educativo del que formaremos parte.
    Aquí os dejo mi reflexión que espero os ayude cuando hagáis la vuestra, bien personalmente o la dejéis por aquí plasmada.

    ¡Saludos a todas y todos!

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  2. Hola Carla!

    Me parece muy interesante el debate que abres. Estoy de acuerdo contigo, y es evidente, que en España no se está utilizando la lengua extranjera según lo dicta la ley como idioma vehicular dentro del aula pero creo también que estamos muy lejos de que se logre. Bajo mi punto de vista nos queda mucho por avanzar ya que considero que es, principalmente, una cuestión cultural. Mientras en otros países el hecho de que en una clase alguien cometa un error en la práctica de un idioma no es objeto de mofa e incluso sería socialmente mal visto que se produjese cualquier tipo de burla, en España sigue siendo, mayoritariamente, ridiculizado en lugar de verlo como el intento de alguien por practicar y mejorar, con todos los valores positivos que ello implica. Teniendo en cuenta que en nuestro caso nos dirigiríamos a adolescentes, tenemos que considerar las sensibilidades en esa época vital. Así, los/as alumnos/as prefieren recibir la reprimenda de un docente por no estar utilizando la lengua exigida que la burla de sus compañeros/as por lo que le podría implicar a nivel social. Recordemos que el círculo de amigos en determinadas edades es el ente que dirige todos los comportamientos.

    Por ello, creo que debemos partir de un cambio social y cultural, pues tengamos en cuenta que la escuela no es más que un reflejo de ella a pequeña escala, para que este uso pleno de la lengua extranjera como vehicular sea una realidad en el aula.

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